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INSULTAR Y HUMILLAR, ¿CUÁNDO ES DELITO?
Respondo rápido, será delito cuando exista una Sentencia firme, y para ello debes agotar los cauces procesales, es decir, conciliación, querella, juicio, sentencia, apelación y sentencia otra vez, y si prosperan todas pues lo que han dicho, escrito o publicado sobre ti, será delito.
Recibir insultos puede generar un daño irreparable y sobre todo si se hace en redes, el insulto corre como la pólvora y nos podemos encontrar que estamos siendo víctimas de un presunto delito de injurias.
Pero… ¿Qué es eso de una injuria?
La respuesta es simple, es cuando nos señalan por unos hechos u opiniones y pensamos que atentan contra nuestra dignidad, y también pensamos que atentan contra nuestro honor, fama, reputación, prestigio…, pues vaya tela.
Que desagradable es leer, escuchar o ver hechos u opiniones falsas sobre nosotros, y más en las redes, donde los opinantes amparados por el ciberespacio y presunto anonimato se transforman en valientes y estos conociendo que lo que escriben, dicen, dibujan o fotografían al publicarlo me harán daño, pues “zasca” lo lanzo, para fastidiar, por decirlo fino.
En ese caso yo me puedo defender es iniciando una querella, pero antes tengo que intentar la conciliación con el presunto autor, sino lo consigo pues al Juzgado con una querella, ya que al ser un delito privado es lo que necesito, otra fórmula no hay.
Y no recomiendo usar el “y tu más”. Si te injurian, te callas, te pones en manos de profesionales y se inician acciones, después podrás disfrutar como los ves acojonados delante del Juez…y escuchamos… “es que yo” …. “resulta que” …… “pero si” ….
En cualquier caso, si quieres saber más el delito de injurias está en el artículo 208 del Código Penal, y podríamos decir que se trata de uno de esos preceptos creados con buena intención pero que decir más bien dice poco, y es que será injuria toda acción o expresión que lesione la dignidad de una persona, pero solo cuando “sean tenidas en el concepto público de graves.”
Y hoy casi nada es grave y dentro de la permisividad amparada en el presunto derecho a la libertad de expresión se dicen y publican verdaderas barbaridades.
Así que si piensas que eres víctima de un presunto delito de injurias, pues además de leer en el ciberespacio y usar San Google, nada mejor que ponerte en manos de los que saben.
Hasta la próxima.
