Estoy en una cola, algo habitual, le llaman las colas de Rosa y no es por el color. De vez en cuando miro el whatsapp y es que yo no conduzco, no me gusta, ni eso ni los coches, será por eso que los tratos tan mal, los rayo nada más estrenarlo, soy un desastre. En las colas escuchas la radio de una y de otra cadena, por cierto, hay una que he dejado de sintonizarla, ya hay más anuncios que minutos de locución informativa. Esta semana escuché hablar de hacienda, que como en el mismo mes que nos toca pagar a los españoles plebeyos como ud y yo, estamos siendo espectadores de la aplicación de la amnistía, con la pasta que costó y que cuesta, y es que todo sale del mismo sitio. Que como con el Decreto del aceite de oliva nos cuelan una modificación del código penal para beneficiar a los políticos golpistas. Que como se la han colado al PP con la firma del acuerdo para la renovación del Consejo General del Poder Judicial, donde se pretendía la eliminación de las puertas giratorias de los jueces y magistrados.
El PSOE lo deja claro, ¿pues haber leído mi niño? parece que le espeta el ministro de Justicia Félix Bolaños del PSOE a González Pons del PP, un tío corpulento, que al lado del otro parece la pareja de aquella serie de dibujos animados de Erase una vez el Hombre. Y es que el pequeñito, tiene razón, y se ríe enseñando sus dientecillos vampíricos, al modo Montoro, del que hablo más abajo. Y es que el dictamen que escriban los nuevos y nuevas del Consejo General no es vinculante ni para el Congreso, ni para el Senado y mucho menos para el Gobierno. ¡Que no te enteras, Contreras! Te la han colado PP. A ti, que parecías tan listo. Pue eso.
Parece que en la firma del documento Europa, que se entera de poco, nos vigilaba, pero esto tampoco importa. El PSOE, desde Zapatero, es tramposo por norma, pero desde Sánchez se ha convertido en tramposo de oficio. No es inocente el PP, acuérdense de Montoro, quien con una mano te cobraba los impuestos y con la otra él montaba una sicav o perseguía fiscalmente a los periodistas que eran críticos con su régimen. Con esa carita de ratoncito Pérez – es con cariño Sr Montoro- no se ofenda, no me haga lo mismo que me hace Oscar Puente. Un ratoncito Pérez al revés, porque en vez de ponerte el dinero cuando se te caía el diente, te lo robaba de debajo de la almohada. Los cinco euros y el diente.
En cualquier caso hoy sobra la reacción turbulenta del PP en el Congreso, una vez firmado el acuerdo. Si creen que el PSOE nos engaña, ¿para qué firmaron el documento para la renovación del CGPJ? Se denuncian las supuestas trampas y se acabó. Pero si se firma, firmado está. Ahora lo que es necesario es cumplir el texto y el espíritu de lo que se firmó. Y no ceder al chantaje de unos y de otros.
Lo que pasa es que, claro, a Sánchez se le está poniendo cara del ciego Gaudencio, el protagonista de “Mazurca para dos muertos”, de don Camilo. Y a Bolaños de Rinconete y Cortadillo. Este reino es un país de pícaros, donde casi nunca se cumple lo que se firma, ni las promesas, ni nada de nada, donde se mama a mansalva y donde se amnistía a delincuentes elegidos. Y así no se puede. ¿Qué opinan ustedes de una Fiscalía que te pide 248 años de cárcel y luego la amnistía? ¿Qué fiscales son estos, los de la cárcel de papel de La Codorniz?
Uno se desanima con todo esto, palpar a diario que hay dos tipos de justicia. La impotencia que sentimos en la España de Franco – yo era muy chiquito-la vuelven a sentir ahora en la España de Sánchez. Aquel dictador nos deja la herencia lejana de otro más moderno, que se mantiene colmando de adeptos las instituciones y no dejando trabajar a la justicia. ¿Son iguales? No, son distintos, pero el destino es el mismo: la autarquía. En este caso una autarquía disfrazada de democracia. Ahora pretende amordazar a la prensa, como hizo el otro durante tantos años. Y mientras tanto Yolanda, amasando la abolición del trabajo, para así tener más súbditos cogidos por donde mas duele.
Y al final lo que llega es el aburrimiento más absoluto. Quizá sea el influjo de la renta, que nos ha dejado los bolsillos raspados de cara al verano. Y lo peor es que tú pagas en Alemania y ves el esfuerzo fiscal cuando sales a la calle. Pero en España se lo gastan en asesores del presidente y en el combustible del Falcon. Y en más cosas, que no te enteras, Contreras.
LOS LUNES CON JUAN INURRA – Periódico EL DÍA
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